El grupo de gobierno, que como el borracho de barrio, en su embriaguez se desentiende de todo, hasta del peligro, se sigue manejando de forma equivocada. Desde el dos de septiembre del año 2013 he estado advirtiendo que el manejo en términos de comunicación política de la administración de Danilo Medina es equivocado, porque su énfasis en remachar hasta la exageración “la imagen presidencial”, lo hace peligrosamente vulnerable.

En estos tres años y dos meses de gobierno, parecería que lo importante, trascendente o luminoso, es solo enfatizar la supuesta popularidad del Presidente, la cual los voceros del gobierno han ido encaramando y encaramando hasta un 96%.

No hay una semana que no se informe de una encuesta para empinar la simpatía del jefe de Estado. Algunos sórdidos comentan que es seguro que en breve la popularidad del mandatario subirá a doscientos por ciento.

Todo aquel que haya estudiado imagen y comunicación política sabe lo relativamente fácil que le resultaría a la oposición dinamitar la imagen presidencial, llegado el momento oportuno. Los acontecimientos que se han precipitado en las últimas semanas han golpeado duramente la “imagen” del gobierno, y eso no ha sido fortuito. Luis Abinader hizo un cambio brusco de estrategia y está atacando sin piedad a Danilo, y de veras que ha hecho diana. Hasta el propio Presidente debió raudo salir a defender sus “visitas sorpresas” al campo.

El PRM y el azar tienen casi en la “lona” al gobierno, tras un ataque con “fuego de morteros y misiles”, cuestionando las visitas sorpresas y pellizcando la pulcritud y transparencia del régimen. Hasta el azar está obrando en contra del gobierno, por haber aparecido uno detrás del otro, los casos de corrupción en la OISOE (con el asesinato de un arquitecto), la denuncia del sueldo cebolla del raso de la policía y el alza de los más preciados “víveres de macha” –el plátano, que han puesto en apuro al gobierno.

Este mal momento que vive el régimen de Danilo Medina tiene unos antecedentes. Concretamente, desde el gobierno de Danilo Medina se han hecho cinco cosas que en política no se hacen, o más bien, no deberían hacerse, porque todas se acometieron y hoy todo lo adverso que se está padeciendo es la cosecha de esos malos pasos:

1.- Intentar prefijar una imagen mesiánica de un presidente, a partir de una machacadera mediática de un índice estratosférico de popularidad;

2.- No se debió, desde el poder, dividir internamente el partido que te catapultó al mando, pateando sin misericordia a los Leonelistas, generando una fractura, que como dijo Franklin Almeida, necesita urgentemente un yeso para sanar;

3.- No se debió patrocinar, junto a la oposición, que son los enemigos del PLD, también enemigos del mismo Presidente, una lapidación mediática al máximo líder del partido, menoscabando su popularidad y ascendencia. Armar a tu enemigo es torpe en la vida y estúpido en política;

4.- Destruir la coalición que te llevó al poder, pateando a aliados tradicionales, caso Vincho Castillo y la Fuerza Nacional Progresista, es inexplicable. También es incomprensible y ridícula la tacañería política. Al PRD y al Partido Reformista hay que cederle una mayor cuota de poder, para que las bases de esos partidos se motiven a participar del proyecto y efectivamente voten entusiasmados por la unión desde la presidencial, congresual y municipal; y,

5.- Es contraproducente e infértil que a los periodistas y medios de comunicación que tuvieron cercanía con el expresidente Leonel Fernández se le reprima financieramente, como viene ocurriendo en los treinta y ocho meses del gobierno danilista. El acoso a comunicadores de ese litoral en San Juan es abusivo.

El periodista César Medina en un artículo reciente le da un “coscorrón” a los genios de la comunicación de este gobierno, enrostrándole que: “La defensiva en que ha caído el gobierno ante la embestida de la oposición preludia la campaña electoral que se avecina: al danilismo le interesa más la imagen que el poder, como si ambas cosas fueran vinculantes y dependieran una de la otra”…“En su torpeza no alcanza a comprender que ahí radica la trampa opositora”. “Identificada la vulnerabilidad de Danilo y del gobierno en atención a la valoración poco práctica que dan a su imagen, la oposición ha colocado a ambos a la defensiva golpeándolos por donde más les duele… ¿…Y los estrategas de campaña? ¿Los sabelotodo del gobierno? ¿Y los magos del marketing político?”

Pero llegó la pelota invernal y la gente se mete en pelota, lo cual salvará o al menos dará un respiro al gobierno, tiempo que deberían tomar para meditar sobre su equivocada estrategia comunicacional. Ojalá hayan cambios, para que no hayan lloriqueos la tercera semana de mayo del 2016.

• Compartir este artículo:
• Comentar