
LA GEOGRAFIA DEL CIELO
En Opinión abril 7, 2016 porTantas cosas se definen de manera subrepticia que no alcanzamos a comprender el insólito universo, tal es el destino, la eternidad, la muerte, el océano infinito del alma, toda vez de ser nuestras palabras limitantes a lo que queremos decir y a lo que verdaderamente encierran las cosas eternas, ni en un recorrido todo camino llegaremos a encontrar los límites del alma, tan profunda y vasta es, sostiene el Dr. Eben Alexander en su nuevo libro LA GEOGRAFIA DEL CIELO, Recordemos que el autor en su anterior entrega LA PRUEBA DEL CIELO, nos relata haber cruzado el espacio macro tras haber experimentado un estado de coma de siete días. Ascendí hasta llegar al núcleo, el más profundo Sanctus Sanctórum del Divino Ser, allí me encontré con la Deidad infinitamente Poderosa, Omnisciente percibiendo un sonido tan prominente dejando tanta profundidad y belleza que rebasan por completo la capacidad de explicación.
LA GEOGRAFIA DEL CIELO es una obra un tanto fragmentaria al recoger experiencias y testimonios de personas que también han cruzado esta dimensión, además interesantes repositorios de otros tiempos con soportes de grandes filósofos como Platón y Aristóteles en relación a las estructuras transterrenales, en el decurso del relato se menciona la Religión del Misterio acontecido en el antiguo Mediterráneo antes de aparecer Platón y Aristóteles, también se habla de los Misterios Eleusinos en honor a la ciudad griega de Eleusis, ritos basados en el mito de Perséfone quien había sido secuestrada por Hades, el dios del inframundo.
Pero no hay necesidad de sentir temor en este mundo terreno para llegar a alcanzar ese ámbito de luz, amor, aceptación y perfección, no obstante Platón lo define de esta manera: Lo que nos aguarda tras la muerte es el mundo real, y este mundo terrenal es la preparación para ella, de allí su máxima lapidaria al afirmar que toda la Filosofía es interludio para alcanzar la eternidad.
Interesante es la posición de Goethe, escritor del siglo XVIII al decir: “Mientras no haya experimentado esto. Morir y así crecer, es solo un turbado huésped en esta tierra oscura…”
El autor Alexander infiere que Goethe, Pascal y Fechner no poseían los conocimientos científicos que tenemos hoy, pero cada uno era miembro del mundo moderno, siendo un gigante científico de su época en cuyos hombros hoy estamos parados.
En el mismo escenario el místico persa Najmoddin Kobra reproduce con exactitud su franqueza temeraria: No es el cielo exterior visible, hay otros cielos más profundos, más sutiles, más puros, más brillantes, innumerables y sin límites, mientras más puro se vuelve usted por dentro, más puro y más bello es el cielo que se aparece ante usted hasta finalmente caminar en pureza divina.
El Sociólogo francés Emile Durkheim (1858 – 1917) asevero que el creyente no es simplemente un hombre que pudiera ver más verdades que el no creyente, cierto es un hombre más robustecido, más sensible para sentir las duras pruebas o sobreponerse a ellas, es elevarse por encima de las miserias del mundo porque se ha elevado por encima de su condición de ser un simple hombre…
Usted no es quien piensa que es, usted es algo mucho más grande, necesitara morir como la simple persona terrenal que es para convertirse en una persona celestial, de tal manera que somos uno con el universo al cielo eterno.
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