El Muro entre Haití y Rep. Dominicana

En Editorial  por

El 28 de septiembre de 1937, se inició al sur de Dajabón el exterminio de los residentes haitianos quienes poco a poco se venían metiendo de manera pacífica a esta parte del país. El Presidente Trujillo, hombre de decisiones firmes y que no permitía que situaciones como esas pasaran en sus narices, pero que tampoco admitía las presiones de organismos internacionales, ordenó a la seguridad nacional aplicar «técnicas policiales» a los intrusos, que culminó con un saldo de aproximadamente 25,000 nacionales haitianos sin vida.

77 años después, se repite aquella acción y estamos siendo invadidos pacíficamente por nacionales haitianos que ante la mirada indiferente de las autoridades dominicanas y la complicidad de algunos actores llamados a defender la soberanía nacional, llegando al extremo de quemar en nuestro propio territorio un símbolo tan sagrado como nuestra propia bandera. Con la diferencia de que hoy no tenemos en la dirección del gobierno a Trujillo, pero tampoco nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato.

Algunos sectores han planteado la idea de la construcción de un muro fronterizo, algo que pudiese resultar como buena alternativa, para controlar el flujo de inmigrantes haitianos y de otros nacionales que utilizan esa frontera para llegar a nuestro territorio. Pero  habría que plantearse la pregunta de: ¿Existe realmente voluntad política para que el problema sea resuelto? Yo digo que no. En este país hay sectores muy influyentes ligados al gobierno que se han acostumbrado a beneficiarse del caos y por lo tanto el orden no les conviene. El Presidente Danilo Medina, que le huye como el Diablo a la cruz a  las críticas y presiones de los organismos con los que nuestro país es signatario de acuerdos,  se deja chantajear de esos sectores con el pretexto de las consecuencias que nos produciría como nación encarar con seriedad la situación haitiana.

Lo cierto es, que poco a poco los haitianos vienen ocupando un territorio que históricamente creen les pertenece, y nosotros como los peores pusilánimes nos hacemos de la vista gorda. República Dominicana es y será una patria libre e independiente de toda dominación e injerencia extranjera y nosotros sus nacionales estamos llamados a defenderla hasta con nuestra propia sangre si necesario fuese. Si el gobierno no establece políticas públicas que del al traste con la inmigración ilegal de haitianos, al menos nosotros debemos crear conciencia y no convivir con el enemigo en casa.

Autor

Cristian Hidalgo

Escritor, Ingeniero Civil de profesión y Realtor de oficio. Desarrollador de proyectos inmobiliarios, Asesor de Fideicomisos, Ley 189-11

Artículos Relacionados

Comentarios

    No hay comentarios

La realidad existe como un absoluto objetivo: los hechos son los hechos, independientemente de los sentimientos, deseos, esperanzas o miedos de los hombres

Notifica.do Todos los Derechos Reservados 2023.

Powered by

CODASOR

Ir arriba