Frutas y Vejetales

Alimentación, suplementación y salud

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Tal vez hoy en día estamos sobresaturados de información acerca de todo. Los conocimientos científicos tradicionales, estudiados, corroborados, consensuados y ampliamente utilizados en la práctica, se solapan con numerosos nuevos estudios cuyas conclusiones pueden ser contradictorias. Ante tanto bombardeo de datos, lo mejor sería simplificar, volver a lo seguro y al sentido común.

Así como existen detractores de la ingesta de suplementos nutricionales, tales como vitaminas, minerales, preparados herbales y otros, podemos decir que existe la misma cantidad de defensores. Unos tienen la idea de que los alimentos son suficientes para cubrir las necesidades nutritivas con una dieta variada y equilibrada, mientras los segundos tienen la opinión de que la alimentación no es suficiente y, según el caso, hay que complementar con alguna sustancia apropiada, en forma de comprimidos, cápsulas, jarabes y demás.

Como siempre, nos encontramos ante principios contrapuestos. Así que si queremos utilizar la lógica y el sentido común, le daremos parte de razón a cada postura, ya que nadie puede tener la razón absoluta, pero tampoco estar absolutamente equivocado. Es más, si se trata de sustancias nutricionales, el campo de estudio y pruebas clínicas es muy amplio.

La historia de la vitamina C y el escorbuto.

Antiguamente se hablaba de un tipo de padecimiento al que denominaban «enfermedad del marino», lo que actualmente se conoce como escorbuto. En largas travesías, el marinero podía padecer este trastorno por falta de alimento. Se supo con el tiempo la relación directa entre el consumo de naranjas y limones y la cura de la dolencia, ya que son frutas ricas en vitamina C.

Hoy en día, si nos aseguramos de que estamos incorporando frutas y verduras frescas a la dieta, nunca llegaremos a padecer este mal. De hecho, no existe en las sociedades desarrolladas.

Pero en los alimentos nos encontramos tal cantidad de sustancias, a la vez que existe tanta variedad de los mismos, que no podemos más que cuestionarnos: ¿cómo podemos asegurar que todo lo que comemos está supliendo nuestras particulares necesidades nutritivas? Es más, estas necesidades son particulares del individuo y dependen de su edad, sexo, estatura, peso y características genéticas. ¿Así que, cuál es la dieta ideal para cada uno de nosotros?

Las carencias de las sociedades desarrolladas.

Nuestra gran asignatura pendiente, con la proliferación de lo que se denomina «comida chatarra» o «comida basura» (alta en energía y baja en micronutrientes), es la ingesta apropiada de hotalizas y frutas frescas. Sin embargo, no hay una acentuación directa con respecto a algún nutriente específico, pero sí que se pueden ver secuelas a largo plazo y en las etapas de crecimiento. Por ejemplo, nos podemos encontrar deficiencias de hierro, magnesio, zinc, de yodo, calcio o ácido fólico, entre otros. Asimismo, se pueden prevenir muchas enfermedades degenerativas con una ingesta apropiada de nutrientes. Se cree que el Alzheimer se puede llegar a evitar a través de una alimentación diversa y balanceada y ejercicio físico.

Mi propuesta en este artículo no es que se evite la suplementación nutricional, ni que se utilice como sustitutivo de una forma de comer diversificada y proporcionada para cada individuo. Pero según cada caso específico, como tratamiento o prevención, se puede (y se debe) incorporar algún aporte extraordinario, cuando así lo estime oportuno el especialista. Como ejemplos puedo mencionar el ácido fólico para la embarazada, el yodo para las edades de crecimiento, el hierro en mujeres fértiles o calcio en la premenopausia.

¿Quién nos puede informar?

Si queremos recurrir a un profesional, podemos buscar un médico, farmacéutico o nutricionista. Es muy importante ser precavidos para no caer en el consumo de productos que no nos sirven para nada, sólo porque alguien intenta venderlo y sacar un beneficio económico. Y no olviden que «caro» no es sinónimo de «bueno» o «mejor». Pero si necesitan un suplemento, ya que entienden perfectamente que es necesario para su salud, no duden en comprarlo e incorporarlo a su dieta saludable habitual.

Autor

Dolores Latorre

Técnico Superior en Nutrición y Dietética (España). Escritora. Autora de "El fin de la dictadura dietética" (Ed. Círculo Rojo).

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