
El fracaso de los liberales en RD
En Opinión abril 29, 2016 porLa República Dominicana, desde su génesis independentista, ha sufrido un errático camino ideológico. El sesgo ideológico es un elemento característico de nuestra evolución histórica porque los liberales cuando llegan al poder actúan como ultraconservadores y algunos gobernantes conservadores han destapado icónicas medidas progresistas.
El pensamiento liberal ha sido deficitario porque los gobiernos genuinamente liberales –Bonó, Luperón y Bosch- han sido esporádicos y de escasísima duración.
Los conservadores asaltaron el poder político desde el primer ente de gobierno nacional surgido a partir del 27 de febrero del 1844, que lo constituyó la Junta Central Gubernativa.
Fidel Castro nunca le ha perdonado al liberal PRD que por cobardía, en el período 1978-1986 no restableciera relaciones diplomáticas con la isla comunista. Fue –al parecer- el miedo al imperio norteamericano lo que amilanó a Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco y a Peña Gómez a normalizar su relación bilateral con la patria de Martí.
El ultraconservador doctor Joaquín Balaguer, quien desalojó del gobierno a los blancos –a posteriori-entabló un acuerdo de intercambio cultural con Cuba, el cual dio paso a que el Presidente Leonel Fernández valientemente normalizara las relaciones diplomáticas con el gobierno castrista.
Ideológicamente, los “liberales” del PRD, fracasaron en construir un modelo de país genuinamente liberal, que abdicara de la tutela dogmática religiosa. Pero los “liberales” del PLD, que han detentado el poder durante dieciséis años –doce seguidos-, han sido más laxos frente al clero católico, ensanchándole su poder y participación en la dirección de la sociedad, especialmente en el área educativa, en una irrefutable traición a la memoria del insigne maestro antillanista Eugenio María de Hostos, reivindicado hasta el éxtasis por el fundador del PLD Juan Bosch, pero desdeñado por sus inconexos discípulos.
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