Omega, apodado El Fuerte ha venido durante el mes de junio en dos ocasiones a la provincia de San Juan.

La primera vez fue a Bohechío, contratado por un político opaco, y guiando a toda velocidad su carro versace sufrió un aparatoso accidente, salvando su vida milagrosamente. El pasado sábado estuvo en la Sala de Fiesta La Bella Cascada atrayendo a muchos seguidores.

Parecería frívolo que yo me dedicara a escribir de ese controversial “artista”, pero no es así, y le explico por qué: el costo por mesa VIP para ver a dicho merenguero era de cien mil, setenta y cinco mil y cincuenta mil pesos dominicanos. Y en las otras locaciones había que pagar veinte, diez y cinco mil pesos. La Bella Cascada estaba prácticamente llena y en ningún lugar había un “rico” tradicional (comerciante o empresario). Todos eran jóvenes “nuevos ricos”.

Para esos “nuevos ricos” cada mesa de las VIP tenía servicio individual de camareros (traídos de Santo Domingo, porque los camareros del lugar fueron retirados todos) y se trajeron más de cien “hookah” alquiladas a partir de setecientos pesos, como parte del festín. Todas se usaron, aunque “no se sabe” qué sustancia quemaban en la “hookah”.

Con el lugar repleto, al comenzar a cantar Omega exclamó: Aquí están los fuertes, los que pueden pagar…los otros, lo que no tienen cuartos son chimichurris y están en el Parque Duarte”.

La fiesta se inició a las once de la noche y terminó a las cinco y treinta y cinco minutos de la madrugada. La gente siguió en el lugar hasta las siete antes meridiano. Luego se trasladaron al entorno del Parque Duarte hasta las diez de la mañana, cuando el público decidió irse a la casa a descansar.

Sin saber el origen de su bienestar, fortuna o “suerte”, asistimos al surgimiento de una nueva clase social en San Juan de “nuevos ricos”.

Solo una pregunta: ¿Celebrar o preocuparnos por este fenómeno social?

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