
Palabra, Promesas, Credibilidad y la Implacable Historia
En Opinión junio 5, 2015 porEl principal activo de un hombre público es su credibilidad. La credibilidad es un rasgo de la personalidad -no un adorno fatuo- que sobresale y distingue al individuo que desempeña tareas de liderazgo.
La credibilidad da realce al sujeto. Es un sello distintivo que caracteriza al dirigente, imprimiéndole respeto a su imagen.
El respeto y cumplimiento de la palabra empeñada es columna del proceder y cimiento de la ética personal.
La base de la credibilidad es la palabra. Lo dicho, escrito o prometido se cumple siempre, de no hacerlo se entra en una insalvable crisis la credibilidad.
Quien incumple lo prometido traiciona su palabra, y si es político, entra en una peligrosa curva que conduce a un mundo vacuo e insustancial de demagogia y electoralismo que la historia –implacable y soberbia- le pasará factura, precipitándolo al tiradero del deshonor.
La historia solo realza y enaltece a los líderes trascendentes. Un líder ególatra, narcisista y con ínfulas mesiánicas, que de forma burda traiciona su palabra e ignora sus compromisos no trasciende el devenir. Apenas será celebrado por sus áulicos cercanos, beneficiarios inmediatos de sus dádivas y mieles.
Comentarios
La palabra es un tema muy escaso en nosotros los hombres de estos dias, la incredulidad es la frecuencia, amistad, lealtad y honorabilidad son cualidades escasas sin duda usted esta dentro de los escasos excelente articulo.