La Cuba revolucionaria, internacionalista y solidaria acaba de dar otro ejemplo de alto sentido humanista, al desplegar en África Occidental un contingente de doscientos cincuenta y cinco médicos y enfermeros -acción no igualada por ningún otro país- para contribuir a encarar la epidemia de ebola, que ha costado la vida a más de 6,000 personas del continente negro.

Con esta noble acción, Cuba, nación que padece grandes limitaciones económicas producto de un embargo económico ilegal e ilegitimo, que le ha impuesto Estados Unidos, demuestra que con voluntad, es posible apoyar al prójimo en situación de desventura, sin importar la distancia y los riesgos que esto pudiera implicar.

Ciento sesenta y cinco facultativos fueron enviados a Sierra Leona, cincuenta y tres a Liberia y treinta y siete a Guinea Conakry.

Todos son mensajeros de salubridad, que no obstante el alto riesgo de contagio, asumen esta aventura hipocrática en el marco de los valores altruistas y nobles con que fueron formados.

Cuba le da al mundo una invaluable enseñanza ética y moral, y escribe con letra indeleble una lección de fraternidad.

Los países dominadores, dueños de las mayores economías del mundo, se han escondido de forma egoísta, dejando a su suerte a los países africanos flagelados por una epidemia que avanza avasallante, amenazando con exterminar a todos los humanos que pueblan ese continente, por la facilidad del contagio y la falta de una vacuna.

Una hurra a todo pulmón para la Cuba revolucionaria.

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