El PRM lamiendo el caramelo del PLD

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Algunos hemos subestimado la capacidad estratégica del ex-presidente Hipólito Mejía, quien con un estilo muy suigéneris gobernó nuestro país en el cuatrenio 2000-2004. Sin embargo, si alguno osare tildarlo de loco, podemos decirles que «los locos también piensan».

Semanas pasadas, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) realizó su convención interna en la que cuatro pre-candidatos se disputaron la candidatura presidencial para encabezar la boleta de la principal organización de oposición. Hipólito Mejía, cual si fuese el mejor guionista o libretista de obra alguna armó semejante drama cuyo objetivo era sacar una candidatura sólida como una roca. Un candidato que en un proceso interno le gana 70-20 al principal líder de la oposición y ex-presidente de la república, es un candidato a temer.

Luis Abinader es un joven que proviene de una familia de emprendedores, con exitosas empresas de diferentes ramos en la República Dominicana, con una hoja de vida hasta ahora incuestionable, y decidido a desplazar del poder al arrogante y prepotente Partido de la Liberación Dominicana (PLD), a quienes les sorprendió la fortuna en el año 1996, gobernando nuestro país desde entonces, exceptuando el período de Hipólito Mejía. Tantos años gobernando el país parece que les ha saciado de modo que ya no les importa perder el poder; se han acostumbrado a gobernar sin oposición, y se creen por encima del bien y del mal, que pueden auto aniquilarse y seguir contando con el favor popular.

Están equivocados los peledeístas si así piensan, se han dormido en sus laureles con una ficticia popularidad del presidente a quien la oposición le ha seguido el juego para que se duerman plácidamente y que cuando despierten ya la situación se les torne incontrolable. Están llegando al umbral de ello. Danilo Medina y Leonel Fernández no pueden creerse que el país rota en torno a su eje, necesitamos avanzar, si ellos no son capaces de ponerse de acuerdo para seguir conduciendo la administración de la cosa pública, que suelten la antorcha para que sea tomada por alguien con nuevas energías, con nuevos bríos que aunque resulte mas de lo mismo, al menos albergue en los dominicanos nuevas expectativas, nuevas esperanzas.

Mientras Leonel y Danilo pierden su tiempo jugando al gato y al ratón, una latente amenaza está al asecho. Luis Abinader está en lo suyo y viene decidido a encantar al electorado para conquistar el poder; sus constantes reuniones con dirigentes y organizaciones políticas de la oposición así lo indican. La jugada de Hipólito de armar el drama para sacar un candidato fuerte le ha dado resultado, hoy, mientras los oficialista se pelean por un caramelo que no es de su propiedad, el inmenso Luis Abinader empieza a lamerles ese caramelo.

Autor

Cristian Hidalgo

Escritor, Ingeniero Civil de profesión y Realtor de oficio. Desarrollador de proyectos inmobiliarios, Asesor de Fideicomisos, Ley 189-11

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