
Quién nos paga las elecciones?
En Editorial febrero 17, 2020 porLo ocurrido en el día de ayer domingo en la República Dominicana fue mas que un sabotaje un duro golpe al cuestionado sistema electoral. Para recobrar su credibilidad y respeto, nuestro principal órgano electoral no debe dejar impune semejante catástrofe; la cabeza de alguien debe caer si se hace una exhaustiva investigación que no deje en la psiquis del electorado la menor duda de la procedencia de semejante magnicidio.
Cuando un avión de 200 millones de dólares cae al océano, los organismos de aviación correspondientes y los fabricantes de la aeronave invierten hasta 300 millones sólo para rescatar del lecho marino «la caja negra» del aparato; pues en ella se encuentran almacenados todos los datos de ese vuelo (entre ellos las conversaciones producidas por los pilotos a bordo de la cabina de mando), fundamentales para determinar las causas que motivaron ese accidente; porque a diferencia de otras, «la historia de la aviación se escribe con sangre».
Si la Junta Central Electoral tenía contemplado gastarse durante todo el proceso electoral (primarias, municipales, presidenciales y congresuales de mayo; y la de junio en segunda vuelta) unos 14,000 millones de pesos, con el fracaso de las elecciones del día de ayer ese monto será incrementado para realizar nuevas elecciones; así las cosas, cual si fuera en busca de «la caja negra» de una aeronave, que se gasten unos miles de millones mas, contratando al mejor hacker del mundo para dar con una verdad que demanda y precisa el pueblo dominicano.
Hasta que eso ocurra todos somos sospechosos: los ciudadanos, la Junta, el gobierno, los poderes fácticos, los partidos políticos y los candidatos; sin embargo, hay algo que no debemos soslayar como principio elemental de toda investigación que busca la verdad ¿a quién beneficia el crimen?
Cada vez que «un vivo» del gobierno de turno se quiere buscar «unos cuartos», algo se inventa; primero fueron los escáneres; a pesar de ser un intento fallido, como si poco fuese para nuestro erario le meten el voto automatizado. En la actualidad, India, Brasil y Venezuela son los únicos países que utilizan el voto electrónico en la totalidad de su territorio, cuyos resultados no han sido los mejores. Otros como Francia, Argentina, Perú, México, Canadá o Estados Unidos lo han utilizado solamente en algunas zonas del país; y los países del primer mundo lo rechazan.
Es mas que evidente que el sistema de voto electrónico o automatizado debe ser archivado indefinidamente en nuestro territorio; seguiremos con nuestro tradicional método de la boleta física; pero el pueblo dominicano demanda a viva voz que se exhiban en una plaza pública las cabezas de los autores materiales e intelectuales de ese horrendo acto de terrorismo cibernético perpetrado a nuestro sistema electoral.
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