Como lectora y escritora critica quise tomar dos personajes protagonistas de la trama de dos escritores de diferentes épocas y por lo pronto al referirme a Emma la de Flaubert es significativa la descripción de un alma apasionada, aplastada por su medio fue obligada a casarse con Charles Bovary, médico de aldea de quien Emma se aburrió rápidamente, ella había soñado con arrebatos de pasión de toda joven mujer con sentimientos exaltados que no consigue en esta unión, después de amar a León y otros tantos, sumergida en la tristeza del desconcierto busca la liberación en las fronteras de la muerte, el suicidio.

Solo Flaubert, el escritor, el Novelista, el Literato pudo dar título a su importante creación para alcanzar sin regodeos la cima de la Novelística francesa, logrando alcanzar un prodigio de observaciones y calados Psicológicos explorando los abismos y profundas cuevas que se bifurcan en el alma misma.

No obstante referirme ahora a Linda, personaje protagonista de Adulterio del Escritor Paulo Coelho es significativo que sus novelas suelen tener un impacto profundo en sus numerosos lectores, y en esta oportunidad no es distinto cuando una mujer, un secreto, una pasión trastoca la vida y sus valores, Linda a sus 31 años despierta el deseo de los hombres y la envidia entre las mujeres, ella lo tiene todo resumido en una vida perfecta, un esposo empresario que la ama, dueño de un prestigioso fondo de inversiones más ricos de Suiza, unos hijos adorables, una hermosa casa en Ginebra y una exitosa carrera de Periodista, pero de pronto un día despertó y se preguntó: Esto es todo? Este cambio empezó a asustarla, y es que todo comenzó desde el momento que entrevisto a un Escritor quien afirmo no tener el menor interés en ser feliz, prefería de los bienes terrenales vivir enamorado, Linda comprendió que ya sus sueños no son completos.

Algunas personas dicen que cuando se aproxima el verano comenzamos a tener ideas extrañas, nos sentimos más pequeños y al estar más tiempo en el aire libre nos da la dimensión del mundo, el horizonte queda más distante, mucho más allá de las nubes.

Cuando Linda probó lo que nunca había hecho, los muros que la aprisionaban empiezan a derrumbarse, aunque puede alargar la sonrisa para disimular, muchas veces se tragaría las lágrimas amontonando las  soledades cabizbajas, al final enterado su esposo, planifican un viaje de reconciliación y después de saltar en el paraponte experimentó  un cambio, lo que indica que el final de la novela quedó sugerido, será el lector quien deba inferir el final.

Y para concluir esta entrega de hoy debo decir que a través del tiempo mi pobre Madame Bovary, personaje femenino, querido por muchos, despreciada por algunos ha provocado admiración y rechazos, censuras y condenas.

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